sábado, 15 de noviembre de 2014

LA CRISIS DEL ÉBOLA

El virus del Ébola es una enfermedad muy grave e infecciosa que suele afectar a mamíferos (murciélagos). El nombre del ébola procede del río Ébola en el Congo, donde apareció por primera vez en 1976.
Esta enfermedad mortífera debió de ser erradicada, si se hubieran puesto los medios necesarios para sacar la correspondiente vacuna y si todos los países hubieran tomado este problema de tanta importancía con más interés y no lo hubieran dejado pasar sin hacer nada durante 38 años. En África el índice de mortalidad es muy alto y los gobiernos miran para otro lado sin dar niguna solución al respecto.
En cuanto a los casos que ha habido en España de los dos sacerdotes contagiados por el virus, bajo mi punto de vista las autoridades Españolas se precipitaron al traerlos sin cumplir ántes el protocolo adecuado para una situación tan grave.
 La auxiliar de enfermería Teresa Romero, que atendió a uno de los sacerdotes y que se prestó voluntaria para ello, tiene un mérito extraordinario ya que sabiendo que se jugaba la vida no dudo en prestar sus servicios. Las medidas tomadas por la Comunidad de Madrid y las normas dadas al personal sanitario fueron muy precipitadas y escasas, yo creo que Teresa no tuvo culpa de lo que ocurrió.                             
Hablando del consejero de Sanidad no se comportó adecuadamente, pués las críticas que hizo sobre la auxiliar no fueron muy acertadas, como lo que dijo que "PARA QUITARSE EL TRAJE NO HACÍA FALTA ESTUDIAR UN MÁSTER".
También quiero comentar sobre el perro excalibur, las autoridades optaron por sacrificarle y aunque estoy en contra de que maten a los animales; en este caso mucha parte de los ciudadanos estaban más preocupados por el perro que por la cantidad de personas que mueren diariamente en África debido a esta enfermedad. Opino que parte de la culpa de esta forma de pensar se debe a los medios de comunicación, que están constantemente bombardeándonos con noticias sensacionalistas para subir sus índices de audiencia.
Pero ahora tenemos que dar la enorabuena a todos los sanitarios que contribuyeron en la mejoría de Teresa y por consiguiente que esta enfermedad no se extendiera a toda la población.

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